Los tiburones blancos cazan como asesinos en serie
Un tiburón blanco, fotografiado cerca de Guadalupe (México). | AP
- Adoptan estrategias sofisticadas para atrapar a sus presas con éxito
- Suelen cazar desde una 'base de operaciones' cerca de donde viven
- Calibran factores como el número de presas y el acceso a un escondite
Los tiburones blancos tienen mucho más en común con los asesinos en serie que su temible reputación. Según acaba de descubrir un equipo de científicos de la Universidad de Miami, estos grandes depredadores no buscan a sus víctimas de forma arbitraria, sino que utilizan sofisticadas estrategias de caza que recuerdan a la mente calculadora de los criminales humanos más sanguinarios.
La investigación del biólogo marino Neil Hammerschlag y sus colegas, publicada por la revista 'Journal of Zoology', ha comprobado que los tiburones, al igual que los asesinos en serie, suelen atacar desde una 'base de operaciones' que eligen tras calibrar factores como el número de presas potenciales y la posibilidad de hallar un escondite desde el que poder sorprender a sus víctimas.
Hasta ahora, se sabía muy poco sobre las estrategias de caza de los tiburones, excepto que tenían más exito en entornos de poca luz, y que los animales de mayor tamaño son mejores cazadores que los pequeños. Los científicos querían estudiar este comportamiento a fondo y decidieron seguir la metodología de los creadores de 'perfiles', investigadores policiales especializados en determinar la personalidad de un asesino.
Para lograr este objetivo, Hammerschlag y sus colegas investigaron una zona cerca de Seal Island, en Sudáfrica, donde se produjeron 340 ataques de tiburones a focas, para comprobar si los depredadores utilizaban alguna estrategia para elegir los lugares desde los que atacaban a sus víctimas.
Aprendizaje gradual
En los crímenes humanos, el punto que sirve de base suele ser el lugar donde viven o donde trabajan los delincuentes. Los asesinos en serie o violadores suelen actuar en esos entornos.
Los investigadores concluyeron en su estudio que los tiburones blancos también seleccionan una base de búsqueda definida, ya que suelen atacar a las focas a unos 100 metros de la zona donde viven.
Según Hammerschlag, esto demuestra que los tiburones blancos no lanzan sus ataques de forma aleatoria, sino que adoptan estrategias precisas desde lugares que eligen a propósito. Todo parece indicar que escogen sus bases de operaciones tras comprobar que se trata de una zona desde la que es fácil acceder a sus presas, ya que el agua no es demasiado turbia y pueden ver a las focas con facilidad, y no tienen que competir con otros tiburones.
Los tiburones más pequeños y más jóvenes, sin embargo, no siguen unas pautas tan claras y tienen menos éxito a la hora de conseguir sus presas. Según el autor de la investigación, esto sugiere que los tiburones mejoran sus estrategias de caza a lo largo de su vida, al adquirir más experiencia.
"Conforme maduran y se hacen mayores, van descubriendo los mejores lugares desde los que pueden cazar con éxito", asegura Hammerschlag.
"El comportamiento de los tiburones cuando están de caza resulta muy difícil de desentrañar y este trabajo tiene importantes repercusiones sobre nuestra forma de entender de cómo los depredadores cazan a sus víctimas", comenta Steven Le Comber, un experto en comportamiento animal de la universidad de Londres.
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