viernes, 29 de octubre de 2010

Chimpancés y humanos comparten el uso preferente de la mano derecha

Un chimpancé con su cría. | Efe

Humanos y chimpancés manifiestan "un uso preferente de la mano derecha", lo que según una sugiere que los individuos de ambas especies tienen "un funcionamiento cerebral parecido", según un estudio publicado en la revista 'American Journal of Primatology'.

La investigación ha sido realizada por un equipo científico y multidisciplinar de la Fundación Mona, la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y de la Universitat de Barcelona.

El trabajo se basó en observar el comportamiento de 114 chimpancés residentes en las instalaciones de los Centros de Recuperación de Primates de la Fundación Mona, en Riudellots de la Selva (Girona) y Chimfunshi (Zambia).

Concretamente, los chimpancés, que pertenecen a la especie 'Pan troglodytes', tenían que coger un tubo (un trozo de manguera) con una mano y extraer con los dedos o con instrumentos (con la otra mano que sería la dominante) el alimento que había en el interior", han explicado los responsables del estudio.

"El experimento se centraba en tareas que requieren una coordinación bimanual, y los chimpancés se manifestaron preferentemente diestros para obtener, por ejemplo, la comida de dentro de este tubo", han añadido.

Las hembras, más diestras que los machos

Los científicos han recordado que esta característica se había considerado exclusivamente humana y se atribuía a unas asimetrías observadas en el cerebro humano relacionadas con la realización de actividades complejas que necesitan del uso y la coordinación de las dos manos.

La nueva investigación, sin embargo, "constata que los chimpancés tienen una pauta de preferencia manual similar a los humanos".

Además, las hembras de chimpancés son más diestras que los machos, cosa que sugiere, que, igual que en los humanos, "existen factores biológicos compartidos (genéticos y hormonales) que modulan el funcionamiento de nuestro cerebro".

"Sapiens y chimpancés tenemos un funcionamiento cerebral parecido, y ha sido sobre esta base sobre la cual los humanos hemos construido una tecnología altamente compleja, y un sistema de comunicación enormemente flexible y potente", sostiene el equipo que ha efectuado la investigación.

Consideran que, en el fondo, nuestra especie no ha hecho más que "aprovechar estructuras neuroanatómicas que ya poseían nuestros ancestros y otorgarles un potencial que nos ha permitido usar, fabricar y diseñar una tecnología nunca vista hasta la actualidad en el transcurso de la evolución".

Desaparece 'Camille', el último oso autóctono del Pirineo

Camille, fotografiada en el valle aragonés de Ansó comiendo una carroña de jabalí. | DGA

mo oso del Pirineo. Camille, un viejo macho que era el último representante de la variedad autóctona de oso pardo de la cordillera, no ha sido avistado desde el pasado mes de febrero. Ya entonces estaba enfermo y envejecido. Ahora, los expertos dan por enteramente perdido al animal, y con ello a la especie propia de nuestra montañas. El resto de osos que viven en los Pirineos, unos pocos ejemplares, provienen de las reintroducciones llevadas a cabo hace años con ejemplares de Eslovenia.

Para los ecologistas, la desaparición de Camille es la constación del fracaso de las administraciones en proteger la biodiversidad. Ni la mucha literatura ni los muchos millones empleados en la conservación del oso pardo han servido de nada, afirman.

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) una veterana asociación de conservación y una institución puntera en el estudio del oso pardo anuncia en una nota de prensa que "da por extinguida" la población de osos autóctonos del Pirineo y ha apuntado directamente a los sucesivos gobiernos españoles y franceses como "los causantes" de la desaparición de esta especie.

FAPAS denuncia que tras 30 años de trabajos de seguimiento de la población osera pirenaica y de la aportación de decenas de millones de euros, "supuestamente para beneficiar a los osos" en las montañas pirenaicas ya no vive ningún oso de origen autóctono.

Y es que, Camille, el último oso autóctono que sobrevivió hasta el pasado invierno en los Pirineos, enfermo y de una edad avanzada, "se da formalmente por muerto, tras varios meses sin poder ser localizado por los numerosos miembros de los equipos de vigilancia" del oso en los Pirineos, afirman en FAPAS.

Durante los últimos 30 años, la población de osos que habitaba las montañas pirenaicas desde hace miles de años, ha ido decreciendo paulatinamente, a pesar de la aportación de recursos económicos de los gobiernos de Francia y de España primero, y de las comunidades autónomas de Navarra, Aragón y Cataluña, dicen los ecologistas.

Mala gestión

"El Gobierno de Francia y el Gobierno de España primero y posteriormente los gobiernos de Navarra, Aragón y Cataluña han aplicado estrictamente los protocolos de garantía para la extinción del oso, basados en la aplicación de una política generosa de distribuir recursos económicos entre la sociedad implicada, pero evitar cualquier actuación de conservación de la especie en el territorio", afirma FAPAS.

Este hecho, puede calificarse como "uno de los mayores fraudes cometidos en Europa hacia la conservación de la biodiversidad, tapada parcialmente con un inesperado éxito de la reintroducción de osos procedentes de otros países de Europa", afirman los ecologistas.

También han aseverado que la reintroducción de los osos en los Pirineos procedentes de Eslovenia, "obedeció en su día a una estrategia planificada por instituciones turísticas francesas, que pretendían desarrollar una campaña de promoción turística".

Actualmente, las expectativas recuperación de los osos pirenaicos están basadas únicamente en la capacidad de supervivencia de los ejemplares liberados, que han conseguido reproducirse. Pero el principal temor para alcanzar verdaderamente la supervivencia de los osos se encuentra en el posicionamiento político de comunidades como Navarra o Aragón sin planes específicos de conservación de la especie, afirman en Fapas.

La desaparición de 'Camille' no implica que España se haya quedado sin osos propios. En la Cordillera Cantábrica sigue viviendo un centenar de osos pardos de la subespecie cantábrica, distribuidos entre León, Palencia, Cantabria y Asturias. Esta población ha aumentado en número en los últimos años, pero el principal problema que tiene para su conservación es que se encuentra separada en dos grupos, aislados por carreteras y ferrocarriles. La Fundación Oso Pardo y el FAPAS, trabajan para salvar la especie cantábrica.