miércoles, 3 de junio de 2009

Estudio de 'PNAS'

Un mosquito pone en peligro a las islas Galápagos

Una iguana marina. | Penelope Curtis

Una nueva amenaza pesa sobre la salud de las ya frágiles tortugas gigantes de las Galápagos y otros animales emblemáticos de las islas: la creciente afición de los mosquitos a saborear la sangre de los reptiles.

Científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido), la Sociedad Zoológica de Londres (SZL) y el Parque Nacional de Galápagos han descubierto que el mosquito 'Aedes taeniorhynchus', cuyos ancestros continentales se alimentan de la sangre de los mamíferos, ha adaptado su dieta a las islas Galápagos desde su llegada hace 200.000 años y desde entonces se nutre de la sangre de reptiles, preferentemente de las tortugas gigantes de Galápagos e iguanas marinas. Ahora, estos mosquitos están en expansión.

Los hallazgos aumentan el temor de que se desarrollen enfermedades transmitidas por el mosquito con efectos devastadores para la vida salvaje endémica (exclusiva del lugar). La posibilidad de que esto ocurra es elevada, según los investigadores, debido al auge del turismo.

Empleando técnicas genéticas, los investigadores mostraron que el mosquito colonizó las Galápagos hace unos 200.000 años sin la ayuda de los humanos. Hasta ahora se pensaba que había sido introducido por el hombre. Tal periodo de tiempo ha permitido a estos insectos adapatarse a las condiciones de las islas.

Los científicos también hallaron que, a diferencia de las poblaciones continentales de este mosquito, que normalmente viven en manglares y pantanos a lo largo de la costa, la variedad de las Galápagos puede vivir a 20 kilómetros tierra adentro y a altitudes de hasta 700 metros.

Los autores de estudio, publicado en PNAS, creen que este cambio en el comportamiento alimenticio es una adaptación a la vida en las islas, escasas en mamíferos hasta la llegada del hombre hace unos 500 años.

Hacia una nueva especie

"Las diferencias genéticas entre los mosquitos de las Galápagos y sus parientes continentales son tan grandes como las que puedan existir entre especies distintas, lo que sugiere que el mosquito de las Galápagos podría estar en proceso de evolucionar hacia una nueva especie", dice Arnaud Bataille, de las Universidad de Leeds.

Los mosquitos transmiten innumerables enfermedades a la vida salvaje, como la malaria aviar o la fiebre del Nilo. Aunque no hay evidencias de momento de que tales enfermedades se estén desarrollando en las Galápagos actualmente, la expansión del mosquito y el hecho de que se alimenta de una amplia gama de especies nativas significa que cualquier enfermedad nueva que llegue del continente podría propagarse rápidamente a la peculiar fauna autóctona.

Debido a su largo aislamiento, se teme que las especies que habitan las Galápagos no tendrían demasiada inmunidad a enfermedades nuevas, por lo que los efectos podrían ser devastadores.

No hay comentarios: