El 70 por ciento de los suizos rechaza, en un referendo, crear una institución que defienda los derechos de las mascotas maltratadas
VERNA, Suiza, mar. 10, 2010.- Los nueve millones de gatos y perros que viven en Suiza no tendrán ningún abogado que defiendan sus derechos. El 70% de los suizos se expresó en un referendo en contra de la creación de un defensor para las mascotas maltratadas, propuesta por la iniciativa popular contra el maltrato y para una mejor protección jurídica de los animales.
De haber sido aprobada la propuesta presentada por las organizaciones defensoras de los derechos de los animales del país, cada cantón habría tenido que designar un defensor encargado de hacer respetar la ley sobre la protección de los animales.
El resultado del referendo fue sorpresivo: en este país, donde los animales son entre los más protegidos del mundo, los suizos estimaron que la ley en vigor protege ya suficientemente las vacas, los perros, los gatos y los pececitos rojos, entre otros.
La ley aprobada en el 2008 prevé, por ejemplo, la prohibición de echar los peces rojos en el excusado. Los suizos prefieren los peces y pretenden que antes de eliminarlos se les anestesien para que tengan una muerte digna.
Por extensión, la norma se aplica también a los pescados. Un pescador tuvo que pagar una multa muy elevada por haber dejado agonizar un pez.
La ley también exige que los animales sociales como los hamsters o periquitos, vivan con una pareja.
Se sabe que estos animales, al igual que los papagayos u otros pajaritos, si viven solos se deprimen... Por lo tanto, ¡la ley suiza favorece el que tengan una vida amorosa de pareja!
La ley no tolera a los gatos callejeros: se les atrapa, aunque discretamente, para evitarles una vida de pobres.
El principio aplicado por la ley es el de la calidad de la vida hasta el final.
Desde el primero de enero de este año los dueños de perros tienen que seguir un curso para aprender a educar, alimentar y comprender la adorable mascota. Además tienen que pagar un impuesto y un seguro que cubre eventuales daños causados por el perro.
Los suizos gastan cada año 460 millones de euros para sus mascotas.
Los propietarios de las empresas agrícolas son los principales enemigos, tanto de la nueva ley como del abogado de los animales. Los campesinos que castraban los cerditos sin anestesia, tendrán que recurrir al veterinario y los que transportan rebaños de ovejas o vacas no podrán hacerlo durante más de 6 horas al día.
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