El 'Tiranosaurio rex' de Teruel
Diente de dinosaurio carnívoro hallado en Teruel. | Luis Alcalá / Dinópolis
- Descubierto el diente de un gran dinosaurio carnívoro en el yacimiento turolense
- El animal medía nueve metros de largo y pesaba unas seis toneladas
- El hallazgo confirma la riqueza paleontológica de la provincia aragonesa
De momento, sólo es un diente, pero basta para hacerse una idea de lo impresionante que debía ser la criatura. Teniendo en cuenta las espectaculares dimensiones del fósil, se calcula que el animal medía unos nueve metros de largo y pesaba unas seis toneladas. En su época, hace aproximadamente 145 millones de años, debía ser un depredador casi tan temible como el mítico Tiranosaurio rex.
El diente de este gran dinosaurio carnívoro se acaba de encontrar en Teruel, la provincia española que en los últimos tiempos se ha convertido en uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del mundo.
Hace tres años, la revista Science publicó el descubrimiento en la misma zona del 'Turiasaurus riodevensis', un descomunal herbívoro que se considera el dinosaurio más grande hallado en Europa. Ahora, los investigadores de la Fundación Dinópolis han logrado encontrar la primera prueba de que en el mismo territorio, este gigantesco saurópodo padecía los ataques de un terrorífico depredador carnívoro con una afiladísima dentadura.
«Desde que encontramos al dinosaurio más grande de Europa en Teruel, nuestro siguiente reto era encontrar un gran carnívoro. Al fin y al cabo, si los herbívoros eran tan inmensos, parecía lógico que sus depredadores también lo fueran», explica a elmundo.es Luis Alcalá, el director de la investigación.
«Con el descubrimiento de este diente, hemos dado el primer paso crucial, pero ahora el desafío será encontrar todo el esqueleto», recalca el científico.
Excavaciones futuras
Huesos hallados en Teruel del 'Turiasaurus riodevensis', el mayor dinosaurio descubierto en Europa. | Dinópolis
La búsqueda de más restos de este gran carnívoro será, por lo tanto, una de las prioridades de Alcalá y su equipo de paleontólogos cuando reinicien la campaña de excavaciones en mayo. El diente, que mide nueve centímetros de alto, es el más grande que se ha hallado en España, y en el resto de Europa sólo es superado por otro fósil similar de 11 centímetros hallado en Portugal.
De momento, es imposible deducir a partir de este resto dental si el ejemplar pertenecía a una nueva especie, aunque los investigadores sí tienen claro que era un miembro del grupo de los llamados carnosaurios. Todos los detalles del descubrimiento serán publicados próximamente por una revista especializada de referencia.
La aparición de este impactante fósil de un gran carnívoro vuelve a poner de manifiesto la riqueza paleontológica de Teruel, una zona que cada vez está adquiriendo más relevancia en el escenario científico internacional.
«Somos un grupo pequeño, pero estamos estableciendo contactos con los grupos de investigación más relevantes del mundo, y no cabe duda de que ya hemos recorrido un trecho inimaginable para un equipo de reciente creación, y más aún desde una ciudad sin tradición científica como Teruel», asegura Alcalá.
Las mayores sorpresas paleontológicas de esta tierra aragonesa probablemente aún están por llegar, ya que en los últimos años los investigadores han recopilado miles de huesos que de momento aún están en sus cajones, pendientes de clasificación.
«Ahora mismo la colección que tenemos es tan grande que da para toda una generación de científicos, y ya estamos atesorando novedades para los investigadores del futuro. Éste es el sueño que hemos alcanzado: la creación de un nucleo científico dedicado a los dinosaurios en Teruel que tendrá continuidad», concluye Alcalá.
Parque Jurásico, en versión española
Las investigaciones de los paleontólogos que trabajan en los yacimientos de Teruel se financian fundamentalmente gracias a los beneficios que se obtienen de Dinópolis, el espectacular parque temático que se ha construido en las afueras de la ciudad.
En este recinto, todas las atracciones están concebidas para que los niños (y sus padres) no sólo disfruten de emociones fuertes -como el encuentro con un Tiranosaurio rex a tamaño real, películas jurásicas en tres dimensiones y viajes virtuales en el tiempo a la época en la que estos animales dominaban la Tierra-, sino también para intentar despertar en ellos la chispa de la curiosidad científica.
Desde su inauguración en 2001, Dinópolis ha sido visitado por 1.300.000 personas, una cifra que demuestra claramente que al menos en este terreno, Teruel no sólo existe, sino que se ha convertido en una referencia.
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