Más de 500.000 semillas en el 'Arca de Noé' verde
Las muestras de semillas se introducen en paquetes con tres capas de aluminio. | Emilio Amade
- La bóveda tiene una capacidad total de 4,5 millones de muestras
- Se creó para asegurar la supervivencia de los cultivos alimentarios
- Fue excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca
- Es resistente a los terremotos, la radiación y la subida del nivel del mar
- Las semillas están almacenadas a una temperatura de -18 grados centígrados
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, un auténtico 'Arca de Noé' vegetal, ha superado el medio millón de muestras de cultivos alimentarios, con lo que se convierte en el mayor depósito de este tipo en el mundo, según el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos.
El récord fue alcanzado gracias al envío en las últimas semanas de miles de muestras de distintos países. Entre ellas figuran unas judías salvajes de Costa Rica, aparentemente resistentes al moho blanco que amenaza a este cultivo que alimenta a millones de personas en Centroamérica y Sudamérica, así como una amplia colección de las distintas especies de soja de Estados Unidos.
Cuando se inauguró la bóveda, el 26 de febrero de 2008, que tiene una capacidad total de 4,5 millones de muestras, fueron depositadas inicialmente 268.000 semillas.
El proyecto, impulsado por el Gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico, permite la creación de un depósito seguro de duplicados de semillas de cultivos alimentarios, asegurando su supervivencia frente a fenómenos como el cambio climático y las catástrofes naturales.
El frío conserva las semillas
Situada cerca de la localidad de Longyearbyen, la bóveda bautizada como 'del fin del mundo' o 'Arca de Noé' fue excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca y es resistente a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la subida del nivel del mar.
Las semillas están almacenadas a una temperatura de -18 grados centígrados, que garantiza una baja actividad metabólica y un perfecto estado de conservación durante siglos; en caso de fallo eléctrico, el permafrost ártico (capa permanentemente helada) del exterior actuaría como refrigerante natural.
Las semillas sólo podrán ser extraídas del almacén en caso de destrucción de una variedad o de que los donantes así lo requieran.
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